Foto: Ocesa
Entre tonos morados y naranjas, Elsa y Elmar cautivó a todo aquél que asistió al Palacio de los Deportes el 8 de noviembre. Y es que realmente le convirtió en Palacio, pues todos los presentes, incluso ella, portaron coronas para ser “reinis” de la noche.
La colombiana enamorada de México se lució con sus canciones que van desde pop, folk, baladas y algo más, mientras todas, pues en su mayoría eran mujeres, coreaban desde el corazón las letras que a Elsa le ha costado lágrimas escribir.
El concierto comenzó con “Visto”, una de esas melodías que narran algo tan cotidiano al día de hoy como que tu “ligue” te deje en visto, literalmente. Luego de ello abrió el baúl de su alma para cantar las canciones de Palacio, su último álbum, y otras tantas que han marcado su carrera artística.
Los fans no se sentaron en ningún momento, siempre cantando a todo pulmón, gritando y motivando a la cantante que, casi al final de la noche, mencionó que había sido la más grande de toda su vida hasta el momento.
“Aún recuerdo cuando llegué aquí, huyendo, yo llegué aquí con cuatro maletas pero sabía que había algo para mí. Y mírenos, todos ustedes eran para mí y yo para ustedes” dijo la artista recordando cómo hace diez años llegó a México por primera vez, buscando su propio destino.
Y el show sorprendió a sus asistentes cuando Daniel Zepeda, integrante de Daniel, me estás matando, apareció en el escenario para entonar junto a Elsa “Grecia”, un bolero lleno de emociones.
Luego de hora y media de show, tres cambios de vestuario y un gran repertorio, la noche concluyó con “Entre las piernas”, “Eres diamante” y “Lento violento” junto a una explosión de confeti, brillantina y sentimientos.
No cabe duda que la colombiana está escribiendo su propia historia con brillo y amor, su paso quedará marcado por siempre en los corazones de sus fans y en el Palacio que alguna vez hizo suyo.
