
El director Pablo Larraín ha llevado a la pantalla la historia de mujeres célebres, atormentadas por sus emociones y cautivas de los reflectores. Tras presentar Jackie y Spencer, ahora completa su trilogía con Angelina Jolie en el papel de Maria Callas, una de las cantantes de ópera más importantes de la historia.
Como es característico en esta trilogía, la película se concentra en un periodo específico de la vida de su protagonista. En esta ocasión, el director retrata los últimos días de la cantante en el París de los años setenta, alternados con eventos pasados de la vida de Callas.
La fotografía del nominado al Oscar Ed Lachman complementa perfectamente este retrato conmovedor de una de las sopranos más destacadas de la historia. Los tonos otoñales y los contrastes en blanco y negro separan los recuerdos de la cantante a través de la película.
Angelina Jolie vuelve a la pantalla como una de las musas del director, quien antes colaboró con Kristen Stewart en el papel de la princesa Diana y con Natalie Portman como Jacqueline Kennedy. Ambas actrices recibieron nominaciones al Oscar en la categoría de Mejor Actriz, por lo que la ausencia de Jolie en esta edición sorprendió a muchos.

La cinta presenta algunos de los momentos cruciales de la cantante, como su encuentro con Aristóteles Onassis y su actuación en La Scala de Italia. Mientras tanto, Callas batalla por recuperar su voz debido a su estado de salud, en medio de una lucha contra sus medicamentos y su equilibrio emocional.
El director recrea los teatros y restaurantes predilectos de Maria Callas, además de su antiguo apartamento. “El guion especificaba que el apartamento debía reflejar una fusión entre su antigua grandeza y su actual aislamiento y soledad, así como su vida junto a su empleada y mayordomo”, explicó Guy Hendrix Dyas, el diseñador de producción de la película, para Variety.
La película está disponible en cines. No se pierda esta conmovedora y apasionante historia, ideal para este fin de semana.