Con la frase: “La revolución está a punto de ser televisada, elegiste el momento correcto pero al tipo equivocado”, inició el show del Medio Tiempo en el Super Bowl LIX.
El legendario Caesars Superdome de Nueva Orleans se transformó en el epicentro de la cultura musical y deportiva, donde Kendrick Lamar y SZA cautivaron a millones de espectadores con una actuación memorable. El evento, que enfrentó a los Kansas City Chiefs contra los Philadelphia Eagles, tuvo su punto culminante en el show del medio tiempo, que marcó un momento histórico para la comunidad afroamericana.
Aunque esta fue la primera vez que el rapero encabezó el evento, no era un desconocido en este escenario, pues en 2022 ya había compartido el espacio con artistas legendarios como Dr. Dre, Eminem, Mary J. Blige y Snoop Dogg. De hecho Jay-Z destacó previamente al show el talento de Lamar, describiéndolo como “un artista e intérprete único en su generación cuyo impacto trasciende la música”.
La presentación fue una poderosa reflexión sobre la experiencia afroamericana, abordando temas de justicia social y superación personal. El espectáculo comenzó con la participación de Samuel L. Jackson vestido como el “Tío Sam” un personaje blanco, símbolo de unión nacional en los Estados Unidos que en el espectáculo representó a quienes le dicen a la comunidad negra como comportarse.
“Demasiado ruidoso, demasiado imprudente, demasiado gueto”- así catalogó la presentación de Kendrick, Samuel Jackson en el personaje del Tío Sam
Éxitos como Like That, seguido de 30 for 30 y Humble, resonaron con una energía vibrante y un mensaje contundente, acompañados de un show de drones con mensajes como “Warning Wrong Way (cuidado camino equivocado)” .
La colaboración con SZA añadió otro nivel de emoción al show. Tras anunciar su participación en enero, mediante un peculiar momento con Gatorade azul, la pareja de artistas encendió el escenario con temas como Luther y All The Stars, generando una reacción eufórica entre los presentes.
El cierre del espectáculo estuvo marcado por Not Like Us, una canción nacida del conflicto con Drake, que cobró especial relevancia tras la reciente victoria del rapero en los premios Grammy.
Muchos catalogaron esta presentación como una obra de arte, sobre todo para el momento político que vive Estados Unidos. El significado de los bailarines formando una bandera estadounidense desconectada, la escenografía representando un control de videojuegos simbolizando al rico acabando con el pobre, todo esto sucediendo en el mes de la Historia Negra y con el presidente estadounidense entre el público, Kendrick Llamar afirmó su estado como leyenda de la música.
El show del medio tiempo del Super Bowl LIX quedará registrado como un momento histórico que fusionó deporte, música y mensaje social, dejando ver que muchas veces la representación es mucho más importante que el espectáculo.
