El 1 de diciembre la banda de rock División Minúscula celebró sus 28 años de carrera con un concierto en el Auditorio Nacional.
En dos horas de música, la agrupación agradeció a sus fans, que abarrotaron el inmueble con un lleno total, por su incondicional apoyo durante su carrera.
“Que el mundo espere allá afuera, porque hoy venimos a celebrar”.- dijo el vocalista Javier Blake para iniciar el concierto.
Las poderosas guitarras marcaron el comienzo de Escombros, una canción de su último álbum del mismo nombre estrenado en 2023. Que además de mostrar la madurez de la banda, marcó su regreso a la música.
Mediante un viaje emocional por lo largo de sus 28 años de carrera, interpretaron canciones como Humanos como tú, Veneno es antídoto (S.O.S) y Sognare que los fans corearon con euforia, ya que definieron a una generación entera.
Kiko y Javier Blake, Ricci Pérez, Alejandro Luque y Eduardo Vela mantuvieron una conexión muy especial con su público, que aún los admiran como la primera vez. La interpretación de Extrañando casa, Televidente y Astro fueron acompañadas por las luces de los asistentes, como símbolo de cariño.
Durante la última canción, el grupo sufrió un incidente con las lámparas que se encontraban colgando del escenario, casi cayendo sobre ellos. Pero, de forma muy tranquila, los artistas pararon de tocar para resolver el problema y volvieron luego de 5 minutos a repetir su interpretación de Voces.
A pesar de esto, División Minúscula finalizó su show luego de 25 canciones. Eufóricos, agradecidos y emocionados por el futuro, demostraron que a lo largo de casi 3 décadas no solo han logrado ser considerados un clásico del rock en español, sino que han mantenido un sonido característico que enamora a chicos y grandes.
